En 2016 volveremos a vivir la experiencia.  El lobby del gran salón del importante hotel se comenzará a despejar de mesas volteadas, sillas apiladas, manteles y personal administrativo para ir quedando vacío y acomodado para el gran evento.  Se encenderán las luces, el equipo del CRA se acomodará hombro a hombro con los hermanos del comité local, para ver llegar a los primeros asistentes a la Cumbre Educativa.

Allí en el punto de reunión, se verá el resultado de muchos meses de preparación anticipada, pues llegan uno a uno y por pequeños grupos los participantes del evento.  Ya convocados desde hace más de un año, ejecutivos y líderes ministeriales de diferentes países inician el proceso.  Se oyen las risas y saludos alegres de viejos conocidos internacionales, directores de ministerios, pastores y misioneros, la que hemos llamado “la gran familia educativa”.  Los ministros locales están felices, son anfitriones de un evento digno y de profundo significado para la gloria de Dios y edificación de todos.

Las dos Cumbres Educativas 2016 se celebrarán en dos sedes: Ciudad de Panamá del 18 al 21 de abril y Santa Cruz, Bolivia del 22 al 25 de agosto.  Aun ahora, declaramos que somos UN PUEBLO DEL ESPÍRITU.  Con la escogencia de este lema, la directiva del CRA nos sentimos la responsabilidad de llamar a la gran familia educativa de las Asambleas de Dios a reunirse para escuchar al Espíritu Santo.  Es el profundo sentido que estas Cumbres serán como un eje histórico y profético.

Una convocación profética

Profético, porque seguimos una visión recibida del liderazgo internacional de las Asambleas de Dios en Agosto de 2014 durante la celebración del centenario de las Asambleas de Dios de los EE.UU. en Springfield, Missouri.  Allí, en esa gran convocación, donde nos vimos cara a cara con cientos de personas de más de cien países y recibimos el recuento histórico de los esfuerzos misioneros de los últimos cien años.  Allí nos surge la pregunta que necesita una respuesta profética: ¿Qué de los planes de Dios para América Latina, para la conquista evangelística y misionera para los próximos 100 años?  Sólo podemos visualizar un futuro exitoso si continuamos como un movimiento del Espíritu Santo, si nos aferramos a la característica particular del pueblo pentecostal, recibiendo vida, impulsados y sostenidos por su Espíritu y claramente identificados como un pueblo del Espíritu.

Profético, porque la temática de este “muy intenso” encuentro educativo, evocará viejas promesas dadas por Dios a su pueblo, que se mantienen vigentes y continúan cumpliéndose.  Profético, porque miramos el futuro asombrados y emocionados por las amplias posibilidades de que la promesa de Cristo, “edificaré mi iglesia” se proyecte a dimensiones no pensadas antes, por medio del desarrollo de la gran tarea de la formación de ministros.  Y también llamamos profético, porque hemos puesto nuestras manos en las manos del Señor de la mies.  Estamos seguros de que, por ser sostenidos por El, tendremos una hermosa visitación de su presencia y veremos sus dones operando en la transformación de los líderes más influyentes de América Latina.

Profético, porque viene vislumbrándose por la dirección del Espíritu como una convocación fraternal que fortalece lazos de amistad entre el liderazgo hispano en general más allá de las fronteras.  En base a esta atmósfera creada y sustentada por su Espíritu nuestra cosmovisión educativa se ve ampliada.  Veremos lo que Él quiere que veamos y accionaremos los procesos que Él quiere que iniciemos y así llevaremos la obra de Dios al nivel de relevancia adecuado para afrontar los desafíos de los tiempos actuales.

Expectativas y objetivos

Llegaremos a las Cumbres Educativas 2016 con altas expectativas, resultado de meses de oración y preparación.  Por eso, podemos visualizar UN PUEBLO DEL ESPÍRITU en los siguientes objetivos específicos:

• Declararemos por su Palabra que somos un pueblo del Espíritu basados en manifestaciones proféticas.
• Reconoceremos la obra del Espíritu Santo en la tarea formativa, nuestro ayudador e inspirador.
• Visualizaremos las implicaciones de ser un pueblo único, unido y ungido por el Espíritu considerando su acción en el individuo de manera particular.
• Bajo la premisa anterior, afrontaremos los desafíos, y juntos, como un pueblo único, unido y ungido, los docentes, directivos, líderes de instituciones educativas y de ministerios afines cumpliremos la tarea formativa.
• En base a que somos escogidos, edificados y empoderados por su Espíritu, motivaremos al trabajo coordinado de ministerios e instituciones con los pastores, evangelistas, escritores, con la Iglesia Local.
• Celebraremos su fidelidad y dignificaremos el ministerio docente como parte integral de la tarea de formación ministerial en cumplimiento de la promesa de Cristo de edificar la iglesia porque “el mismo nos constituyó”.

Una visión profética

Todavía seguimos alzando la mirada.  Nuestro sueño a favor de la formación de miles de ministros de la palabra nos mantiene activos, alertas a toda creatividad, a toda nueva inspiración y a escuchar al liderazgo en la búsqueda del sabio consejo.  La Cumbre Educativa contribuye hoy con acercar cada vez más el sueño de Dios y la visión profética.  Nuestro sueño es el sueño de Dios, que se proyecta desde esa convocación en Springfield, Estados Unidos, donde cientos de naciones se vieron convocadas.  Un evento similar se verá en el cielo, cuando hayamos cumplido nuestra tarea de anunciar y extender su reino.  Es la escena del majestuoso evento futuro:

Después de esto vi una enorme multitud de todo pueblo y toda nación, tribu y lengua, que era tan numerosa que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y delante del Cordero. Vestían túnicas blancas y tenían en sus manos ramas de palmeras. Y gritaban con gran estruendo: ¡La salvación viene de nuestro Dios que está sentado en el trono y del Cordero! (Apoc. 7:9–10, NTV).

Por favor, no pierda asistir a una de las Cumbres Educativas 2016.  Sea parte de la celebración que marcará nuestro futuro camino en la formación ministerial.

• ¿Qué piensa usted del lugar que ocupa la formación ministerial en el presente y futuro de la iglesia?
• ¿Estamos viviendo en un punto crucial, un eje histórico como iglesia pentecostal?
• ¿Qué veremos en los siguientes 100 años?
• ¿Cuáles cosas tendríamos que cambiar, agregar, eliminar o mejorar?

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