“Que sean uno” – La unidad como valor insignia

Por Jorge Echazábal C.

Este artículo es el sexto y último de una serie que da orientación al ministerio del Servicio de Educación Cristiana.

Porque se desplegó en el devenir histórico de la obra local en Latinoamérica, la unidad viene a ser el “caldo de cultivo” en el cual se han desarrollado los valores fundamentales del SEC y de las Asambleas de Dios. Hablamos de la unidad, por la cual el Señor de la Mies oraba al Padre, dejándonos el eco de su profundo deseo de que cada miembro de su Iglesia procurara desenvolverse en correcta y necesaria armonía unos con otros. Aun el logotipo del SEC habla de la unidad: Brazo en brazo nos unimos para formar obreros para la cosecha.  Entonces, se une la unidad, el quinto y último valor, a los otros cuatro: Formación integral, distintivo pentecostal, accesibilidad y propiedad.

Más de 50 años de acompañar el desarrollo de la obra local en cada uno de los países de Latinoamérica, han permitido al Servicio de Educación Cristiana llevar a mayores grados de complejidad y diversificación la intención original de discipular a los creyentes y equipar a los que reciben su llamado al servicio en la obra de Dios. La constancia del SEC en brindar este servicio de asesoría y edificación bíblica, ministerial y teológica a cada país ha dado su fruto. Este ha sido la formación de una poderosa alianza educativa y la integración de un fabuloso equipo de colaboradores internacionales y representantes locales de veinte países. Esta clase de resultado ha dependido de ciertos ingredientes, los cuales mezclados por el Señor de la Mies nos han llevado a grandes logros:

Ingrediente: Unicidad de trayectoria

La región de América Latina y el Caribe de habla hispana es única en contar con tantos países que comparten el mismo idioma y una historia bastante parecida. El Señor ha usado esta unicidad para formar una alianza educativa de los 19 países en el continente. El Servicio de Educación Cristiana, desde el año 1960, ha orientado a todos acerca de estructuras, contenidos, procesos y mecanismos directos que facilitan la formación ministerial. Estos elementos han sido adoptados por los diferentes países creando una red de escuelas y servicios que utilizan recursos que se adaptan a las necesidades locales.

Utilizado también para reforzar el valor de PROPIEDAD, aquí invitamos a observar las interrelaciones entre instituciones, directivos, escuelas, servicios, nacidas en el tiempo por causa de las necesidades imperantes que fueron surgiendo en el crecimiento y maduración de la obra.

Actualmente, los servicios creados en SEC responden en su momento histórico y en su nivel crecimiento de la obra local cuando esta es vista de manera regional como el caso de FHEDDAD que responde a las necesidades de la Escuela Bíblica y del Discipulado del Nivel Iglesia Local. Los desarrolladores de ABALC vieron un vacío en la provisión de bibliotecas para atender a la creciente multitud de estudiantes de los seminarios. Similar a lo anterior, las PUBLICACIONES (Revista Conozca, Plan Básico, Fe y Acción y otros materiales educativos) surgen por falta de una formal reflexión sobre temas teológicos y eclesiásticos de actualidad. El Centro de Recursos y Asesoría – CRA, por un tiempo pasivo, se manifiesta oportunamente para atender el dinámico desarrollo del Nivel Ministerial, Seminarios o Institutos y colaborar con la multitud creciente de docentes, estudiantes y personal administrativo, desarrollando programas y convocaciones de retroalimentación y actualización educativa. La ATAL surge por la necesidad de búsqueda de la calidad y altos estándares necesarios para la demanda de mayor pertinencia y relevancia de los ministros e instituciones frente al desarrollo de la sociedad y la obra de Dios. Dos escuelas, ISUM y Facultad, esperan y reciben al contingente de ministros que surgen con sus experiencias de servicio y de preparación ministerial básica para llevarlos a otros niveles formativos y académicos manteniendo el principio de formación continua de los que sirven en la Obra de Dios.

El equipo de directores ejecutivos, administrativos, directores y ejecutivos nacionales y de instituciones regionales en conjunto con los asesores internacionales, constituyen una familia vigilante y asesora de todo este desarrollo, reflejando una unidad que crece con la obra y con los planes del Señor de la Mies.

Ingrediente: Familia educativa

Del desarrollo histórico anterior tenemos este alto valor, nacido de interesantes dinámicas de interacción con los líderes representativos de todos los países y de organismos a favor de la educación y de la obra local. De esta manera se forma el alto valor de la “familia educativa”. Trayendo a colación ideas ya compartidas y publicadas, enfatizamos que somos una familia por compartir juntos los mismos valores y tenemos un alto compromiso, el uno con el otro, como cualquier familia. Llamaríamos sub-ingredientes a los valores que concentran y fortalecen a esta familia:

  • El respeto – a la independencia de criterio de cada miembro y el nivel de influencia ganado por cada uno.
  • La buena voluntad – como disposición espontanea a la colaboración y afinidad de propósitos y metas.
  • El compromiso – demostrado por la participación fiel y por la proactividad frente a los desafíos.
  • El amor familiar – su marca más alta, basada en relaciones sanas, fraternales y con una visión de familia, pueblo y reino. Aquí estará siempre la base necesaria sobre la cual nos edificamos como organismo.

(Véase artículo ¡Qué hermosa nuestra familia educativa!)

Ingrediente: La uniformidad de criterios

Cuando el Centro de Recursos y Asesoría comenzó los Diálogos Internacionales de Líderes Educativos en el año 2001, un constante clamor era buscar la unificación de criterios entre nuestros países. Todavía recordamos que en las primeras reuniones un líder importante de uno de nuestros países, quizás confundiendo la uniformidad con la unidad, hablaba en contra de los esfuerzos por lograr la unidad en el sistema educativo. Este líder afirmaba que teniendo cada país su propia administración de la educación y de la obra en general, no cabía tener un solo sistema educativo y que, decía, iba a ser una tarea imposible. Se creó una atmósfera negativa. Pero, a pesar de eso, continuamos nuestra búsqueda, sabiendo que Dios estaba detrás y delante de nuestros esfuerzos.

Hoy nos hallamos en una cima de logros acerca de la búsqueda de criterios aplicables en toda la región y que contribuyen a esta fortaleza. Las naciones que son miembros, todas autónomas, pueden poner voluntariamente (de buena voluntad) su independencia a un lado para unirse como un solo gremio, equipo o familia. Creyendo de esta manera son beneficiadas y a la vez están dispuestas a compartir y beneficiar otras. Este tema se verá abordado también en cada uno de los valores anteriores de manera directa o indirecta.

De un valor fundamental del SEC tomamos esta expresión: “La uniformidad de requisitos y vinculación directa entre los concilios y sus institutos simboliza la alta apreciación del valor ser propietarios de nuestro programa educativo.”

(Véase artículo PROPIEDAD: Un valor fundamental)

Aunque aplicado al valor mencionado, presenta un ejemplo claro de lo posible y adecuado que es podernos identificar con los mismos criterios. Esto de los criterios, abarcará entonces casi cada pensamiento de las acciones del SEC, pero también se constituye, como consecuencia, en el aspecto al cual cada líder de cada equipo de trabajo del SEC le dedica su mayor concentración de habilidades, tiempo y esfuerzos.

Ingrediente: El PLAN BÁSICO y sus estándares con flexibilidad

El Plan Básico ha servido como instrumento unificador por más de 50 años. En el capítulo uno del Plan Básico, se describe la filosofía del SEC y del plan como “estándares con flexibilidad”.  Comúnmente se decía que el Plan Básico era utilizado como una “segunda Biblia” en los institutos bíblicos, ilustrando con ello el tradicional apego a sus propuestas educativas, las cuales se tomaban como la regla general a seguir. Con el correr de los años, las consultas con los líderes de una obra con mayor desarrollo y madurez recibían la propuesta de un documento actualizado, que llenaba expectativas y necesidades actuales, pero con la flexibilidad adecuada a la experiencia local. Siempre fundamentado en principios educativos, bíblicos y pentecostales, el Plan Básico se ha presentado como un poderoso recurso con la misma autoridad tradicional, pero con variadas alternativas de forma y contenido, haciendo práctica y accesible su utilización.

El énfasis en la educación mayormente presencial, la sana doctrina, la actualización a las necesidades emergentes, la formación integral como valor y criterio, la especialización como respuesta a la diversificación del ministerio y otros aspectos constituirán el criterio para la unidad. El plan básico pondrá “las cartas sobre la mesa” al usuario, por medio de la filosofía que lo fundamenta invitando a todos a adoptarlo como un criterio en sí mismo y como acción indispensable a favor de la unidad.

Ingrediente: Asociación de servicio

Conscientes de que la naturaleza del SEC es como su nombre lo dice, “servicio”, los resultados y conclusiones que se proponen a los líderes educativos nacionales, siempre son un aporte del gran equipo y no una imposición. De esta manera, el SEC se presenta como una organización de servicio. En lugar de ser una organización judicial que impone y manda, se ha logrado obtener la participación y la unidad a través de valores e insumos que benefician los países que son miembros.

Como se ha mencionado anteriormente en otro artículo, se podría describir al SEC como una federación. La idea básica es que no somos observadores pasivos de los acontecimientos y decisiones, sino miembros de una comunidad a favor de la edificación del cuerpo de Cristo. Todos y cada uno, manteniendo su autonomía, toma la propia decisión de ceder terreno en sus lugares o campos de trabajo para la implementación de programas y recursos que la comunidad de líderes influyentes ha desarrollado. El mayor poder se centra en una influencia ganada por caminar juntos enfrentando derroteros o desafíos que surgen cada día.

Otra fuerza se obtiene de la consulta constante entre una reunión Trienal y otra a través de las reuniones anuales del Comité Administrativo y la asignación de comisiones que atienden asuntos vitales que luego son traídos al consenso de la Asamblea. Es un trabajo de muchas horas que genera documentos que facilitan la toma de decisiones. Como facilitadores de procesos, los líderes nacionales e internacionales del SEC sirven incondicionalmente en esas comisiones facilitando el cumplimiento de tareas necesarias y el desarrollo de proyectos a favor de la educación cristiana.

La disposición y disponibilidad de los actores de este proceso amplían el concepto de “servicio” informando y aportando soluciones de importancia a las crecientes necesidades. La retroalimentación constante por medio de comunicaciones y documentos es un servicio que aleja la desinformación e invita a todos a participar de foros por medio de la red de internet y sus recursos. Servimos informando por medio de la web y otros medios, con sitios de interés y abundante referencia a las ideas que sirven de manera constructiva.

Ingrediente: Convalidación y acreditación

Hace tantos años atrás, el fenómeno de traslados internacionales había comenzado con la necesidad de comprobar tanto los estudios de los alumnos como las credenciales de los profesores que viajaban de un país a otro y ejercían su ministerio. A la par de este suceso creciente, la ATAL – Asociación Teológica en América Latina comenzaba a consolidar su sentido de misión como preservadora de la sana doctrina y como precursora de la calidad educativa para lo cual traía nuevamente a la luz, desde sus documentos de constitución, el contenido de las diez normas de excelencia que todos los institutos y seminarios bíblicos y otras instituciones de formación debían de perseguir. Nuestra asociación teológica avalaría credenciales por medio de procesos de certificación y acreditaría de manera interna las instituciones educativas que cumplieran con las normas que a su vez serían elementos que apuntarían a la unidad. La necesidad de convalidar credenciales y experiencias ministeriales y académicas abrió paso a la necesidad unificar normas de excelencia.

Hoy en día se ha avanzado mucho en certificar centenares de profesores y en animar a redes de institutos-seminarios bíblicos con sus anexos, extensiones y aulas, a empezar los procesos de auto evaluación propuestos para mejorar cualquier deficiencia, elevando estándares educativos y dando a seminarios e institutos la oportunidad de mejoras estructurales y administrativas.

Bajo un mismo instrumento de evaluación podemos elaborar diagnósticos para superar deficiencias. Este instrumento se convierte entonces en elemento de trascendental importancia para alcanzar metas unificadas de excelencia educativa que al aplicarse a las diferentes regiones buscan la unidad y la relevancia del servicio que ofrecemos a la comunidad cristiana.

CONCLUSIÓN

Como movimiento del Espíritu Santo, el Señor ha bendecido las Asambleas de Dios en nuestro continente. El Espíritu Santo, desde el principio, nos ha guiado a establecer y mantener programas para la formación de nuestros obreros como componente esencial de nuestra estrategia de evangelizar, formar obreros y plantar iglesias.

El deseo y oración del Señor por la UNIDAD, “que sean uno”, nos trae y alcances insospechados. Las comunidades de creyentes surgidas del devenir histórico en nuestros países, algunas han desarrollado grandes estrategias de crecimiento y alcance casi desde sus principios mientras otras iglesias, son grupos que han crecido casi silvestres. Ambas experiencias han hallado en el SEC su punto de referencia para aspirar a ser relevantes, basadas en el poder de una unificación que respeta su autonomía y camina al paso de sus desarrollos individuales.

Glorificamos a Dios por haber encontrado eco en los llamados a la unidad continental por medio de convocaciones, programas, diálogos e instrumentos unificadores. Nos unimos al que dijo, “Edificaré mi iglesia”, el Señor de la Mies quien pidió obreros para este campo de trabajo. En cada período de trabajo se presentan desafíos y amenazas que el enemigo desea usar para derrumbar lo que Dios ha edificado. Su Espíritu de Unidad, que hace efectivo el clamor de: Yo en ellos, y tú en mí… se convierte cada día, cada esfuerzo, cada llamado, cada reunión, en el dínamo que llevará a la iglesia a ejecutar el deseo de Cristo: que sean perfectos en unidad. Que así sea.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *