Por Rodney Boyd y Jorge Echazábal

Así lo hemos visto todo el tiempo. Un pequeño grupo de líderes internacionales que experimentó la paulatina inserción en la familia de nuevos miembros. Se trata de amigos de la Educación Cristiana y de la forja de ministros. Miembros experimentados que han añadido fortaleza y alcance a los esfuerzos por la unidad y por dar énfasis a los criterios que todos compartimos. Hemos dado también la bienvenida a otros amigos de la familia, los ministerios afines, que han venido a dar un nuevo impulso a toda tarea. Damos gracias a Dios por las nuevas perspectivas y las interesantes proyecciones a donde nos está llevando su Espíritu durante esta constante evolución y crecimiento.

La familia educativa y su entorno

Nuestra familia es grande y nuestras prioridades están claramente señaladas. La educación cristiana, especialmente la formación de obreros, ha sido una prioridad esencial desde el principio de las Asambleas de Dios en los países de habla hispana en América Latina y el Caribe. Y la bendición del Señor ha sido obvia. Aunque los 20 países del continente que componen CELAD y CADSA representan apenas el 10% de los miembros y afiliados de las Asambleas de Dios a nivel mundial tenemos otras cifras que sorprenden. A pesar de esta, relativamente baja proporción, nuestros países cuentan con el 18% de los ministros del mundo. Esto no hace otra cosa que señalar nuestro énfasis en el llamado y en la acreditación de ministros.

Cuando enfocamos el tema de la educación ministerial, en relación con las cifras mundiales, nuestra región presenta los siguientes datos:

• 47% de los institutos bíblicos y extensiones
  (señalando nuestro énfasis en la accesibilidad)
• 34% de los estudiantes cursando una carrera bíblica, teológica y ministerial (señalando nuestro énfasis en la preparación ministerial)
• 49% de los estudiantes estudiando en los institutos bíblicos y extensiones (señalando nuestro énfasis en la educación presencial)

Aunque estas excelentes cifras son clara evidencia de una fuerte tradición y fortaleza actual, no debemos dar por sentado que esta bonanza está garantizada de por vida. Debemos mantenernos fieles a la formación ministerial, dando la misma prioridad. Esto requerirá perfeccionar las estrategias, aunar esfuerzos y fortalecer los vínculos ya establecidos.

Alianzas como CELAD y CADSA han estado reflejando el reconocimiento de que podemos lograr mucho más en conjunto, como hermanos, que solos. Un despertar de cooperación entre las áreas de educación (SEC – Servicio de Educación Cristiana) y de misiones (MEC – Misiones En Conjunto) estará dando fuerza a toda iniciativa en la región.

Los elementos de su fortalecimiento

PROCEPA (el Programa Formativo para la Certificación de Profesores y Administrativos manejado en conjunto por CRA-ATAL) es evidencia de un nuevo mover. Este programa comenzó desde cero en el año 2008. Comenzando 2012 PROCEPA cuenta ya con más de 1,600 maestros inscritos en el programa. Un pequeño grupo inicial ha ganado su certificación básica al haber tomado el mínimo de 10 de los 15 talleres requeridos de este primer nivel. Nuestra expectativa es que con las dos Cumbres Educativas de este año, hasta 200 más van a lograrlo.

En los próximos años vamos a ver a ATAL (la Asociación Teológica de las Asambleas de Dios) levantarse para dirigir nuestros institutos y seminarios bíblicos hacia el importante proceso de auto-evaluarse. Así lograría elevar su calidad institucional y obtener la certificación de nuestra organización acreditadora. Esto incluiría la certificación de sus docentes como un paso necesario. Además, ATAL ya tiene su lugar en la mesa mundial como miembro de WAPTE (Alianza Mundial la Educación Teológica Pentecostal). Más y más vemos la importancia de llegar a la medida de los estándares y criterios internacionales para que nos tomen en serio, y entonces tener influencia tanto en áreas de educación y como de misiones. En este sentido, con la ayuda de Dios, ATAL será el impulso que nos conducirá a este importante logro.

Pautas de la relación

Cuando se trata de alcanzar altos y trascendentes derroteros, la necesidad de una mayor eficiencia nos lleva a reflexionar sobre el modelo necesario de alianza para lograr tal fin. En primer lugar, debemos considerar el aspecto de la independencia de las instituciones y su disposición de ceder algo de autonomía con el objetivo de llegar a metas en las que todos creemos. Es allí donde la sinergia verá sus mejores resultados.

Este modelo por excelencia invita a todos a experimentar el poder de la unidad en la búsqueda de fines de una magnitud que es difícil o imposible alcanzar por una sola persona, institución o nación interesada. Este poder también se concibe como fortaleza para perseverar en acuerdos que salen al encuentro de toda fuerza contraria y sobre todo al efecto del paso del tiempo. Eclesiastés 4:12 enseña este principio con la siguiente declaración: “Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!” Los acuerdos en esa dirección no menoscaban la libertad de acción individual, sin embargo las cosas que se logran por un maduro consenso beneficiarán a todos de manera que trasciende el tiempo y el espacio.

Nuevas Alianzas

Una Confraternidad Iberoamericana parece presentarse como una propuesta contemporánea. La ventaja de un idioma común trasciende las fronteras políticas, geográficas e institucionales. Los intereses de las misiones mundiales han encontrado un camino viable para fortalecer el potencial de sus esfuerzos incluyendo a España como punto de encuentro. En meses recientes el Servicio de Educación Cristiana con su amplia representatividad e influencia en Latinoamérica ha recibido de este país y de latinos trabajando en países como Canadá y Estados Unidos muestras de interés en aglutinar esfuerzos para dar mayor alcance a la demanda creciente de formación de ministros. Estos acercamientos y consultas los hemos identificado como una señal positiva que sugiere la posibilidad de lograr metas comunes. Relacionado con los intereses de la educación cristiana nos invitan a levantar la mirada más allá de las fronteras tradicionales.

El último derrotero

Extendemos nuestras manos a Aquel que dijo: “Despierten y miren a su alrededor, los campos ya están listos para la cosecha.” (Juan 4:35 NTV) y pedimos una visión que vaya al ritmo del crecimiento de la Obra en los países a quienes servimos. Ellos, sus líderes educacionales, son los que nos comparten sobre sus anhelos sobre las áreas sensibles de necesidad y sobre las victorias a donde Dios los ha llevado. Si hay un paso que dar para animar, desafiar, informar, coordinar, unir, facilitar, impulsar, ese es el paso que queremos dar bajo la dirección del Señor de la Mies. La familia seguirá creciendo y expandiéndose, nuevos hermanos y amigos la enriquecerán con sus aportes y nuevos vínculos la empujarán hacia nuevos horizontes. Nosotros nos gozaremos de estar allí, ser parte de la familia y de sus destinos, para la gloria de su nombre.