Formación integral de excelencia

Por Rodney Boyd y Christian Thorne

Este artículo es el segundo de una serie que da orientación al ministerio del Servicio de Educación Cristiana.

Nuestro Señor Jesús, mientras caminó en medio de nosotros, estableció los principios del reino al cual Él representaba y nos dejó a sus seguidores una misión puntual, “…Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” (Mat 28:19-20, RVA60). De este mandato se desprenden dos realidades, la primera es el deber de alcanzar las almas para Cristo y la segunda es que debemos discipularlos, o sea, enseñarles los principios de La Palabra para una vida agradable a Dios, todo esto con la garantía de que Él estará acompañándonos en el proceso. Este llamado divino al discipulado debe conducir a formar ministros aprobados, cuya pasión sea servir a Dios y al prójimo con excelencia, modelando el carácter de Cristo en cada creyente. Sigue leyendo